La ruta comienza en la puerta de las piscinas de Leciñena, tomando una pista de tierra que a veces corre paralela a la carretera. Nos dirigimos hacia la ermita de Nuestra Señora de Magallón, que vemos a lo lejos, pero no llegamos a subir. En una fría mañana, nos adentramos en la Sierra de Alcubierre, donde el hielo de la madrugada aún cubre algunos tramos del camino.
A medida que ascendemos, el esfuerzo del pedaleo nos hace olvidar el frío y nos permite disfrutar del entorno natural. Desde lo alto, se aprecian vistas espectaculares: al norte, el valle del Ebro; al sur, las llanuras de los Monegros. En días despejados, incluso pueden verse el Moncayo y los Pirineos. El paisaje está dominado por bosques de pino carrasco, enebros, quejigos y sabinas, acompañados de coscojas y encinas. Los barrancos y zonas sombrías ofrecen una vegetación muy particular, perfecta para explorar en bicicleta de montaña.
El recorrido se complica por el barro, el hielo y el agua en algunos tramos, lo que ralentiza el avance. En el trayecto se cruza la carretera A-129, que conecta Leciñena con Alcubierre. Aun así, la ruta por la Sierra de Leciñena no decepciona, atravesando pistas principales y una densa masa forestal que la convierte en un paraíso natural.
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| La sierra de Alcubierre desde el alto de Puig Ladrón |
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| Caminos helados |
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| Algo de neblina impide ver con claridad los Pirineos |
Así es, La Sierra de Alcubierre estupenda zona para andar en bici y para pasar un buen día.
ResponderEliminarJ
Saludos
Cierto, para mi es uno de los luagares donde más disfruto con la bici de montaña.
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