Ruta llana de ida y vuelta hasta el antiguo azud de Pina de Ebro, construido en 1910.
El recorrido transcurre íntegramente por pistas, sin dificultad técnica, lo que lo hace ideal para disfrutar con tranquilidad. La presa, que data de principios del siglo XX, retiene las aguas del Ebro para abastecer las acequias de Pina y Quinto, regando ambas márgenes del río. Es un itinerario pensado para saborear sin prisas, permitiendo sumergirse en el paisaje de ribera: bosques de galería, galachos, meandros, sotos y una exuberante vegetación que acompaña al caminante en todo momento. Recomendaciones: conviene tener en cuenta las crecidas estacionales del río, que pueden afectar la accesibilidad de algunos tramos. En ciertos puntos, el firme presenta abundante grava —piedras lisas y pequeñas— que pueden dificultar ligeramente el pedaleo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario