Comenzamos en el Azud del Ebro,
margen izquierda. Tras un breve recorrido por el carril bici en dirección aguas abajo del Ebro, llegamos a
la margen derecha del río Gállego, próximos a donde se encuentra con el Ebro. Aquí tomamos el andador,
que nos deja en la pasarela de madera que cruza el Gállego y permite llegar al zaragozano barrio de Santa
Isabel.
Salimos de él en dirección al de
Montañana. Pasamos por el puente sobre la autopista y, en la rotonda,
primera salida. Avanzamos unos pocos metros, a la
izquierda tomamos el Camino de Ronda y, luego, el de Los Olmos. Estas pistas marchan por entre casas de campo y presentan numerosos cruces y bifurcaciones. Aparecemos en Villamayor. En esta localidad, atravesamos la carretera y accedemos a la Vereda de Valmayor, ancha pista que pasa a poca distancia de la sabina centenaria, el hermoso y viejo árbol queda a la izquierda. Proseguimos y cruzamos el Barranco del Salado. Pedaleamos en suave ascenso hasta poco antes de llegar a la carretera que une las poblaciones de Farlete y Villamayor. Giramos a la derecha, algo más de subida y llaneamos unos kilómetros. Avistamos la balsa de Candasnos, de finalidad propiamente ganadera, hoy un charco grande: se nota que ya estamos en territorio Monegros, territorio semidesertico, temperaturas extremas y de escasa lluvia.
Tras la parada de rigor y vuelta a los pedales: el tiempo apremia, como siempre que salimos por las tardes. Por el Camino de la casa del Llano ponemos rumbo a la localidad de Alfajarín. Pasamos junto a otra balsa, La Salada, pero no hay tiempo para observarla. Proseguimos pedaleando y accedemos al Camino de Perdiguera, que desemboca en la pista del Barranco de La Virgen, que en fuerte descenso nos meterá en la localidad de Alfajarín. Al final de la zona de viviendas de este municipio, en dirección a la Puebla, tomamos un camino de tierra. Cruzamos La Puebla y por el puente sobre la autopista, llegamos a una rotonda que nos introduce en el camino asfaltado que une La Puebla con Villamayor. Aquí seguimos el zigzagueante camino de la venida para volver a Zaragoza.
Ruta por los cerros de Villamayor y los singulares montes Blancos de Alfajarín, comienzo de los Monegros zaragozanos. El recorrido es entretenido, siempre en continuos subes y bajas, sin mucho desnivel, pero que hacen entrar en calor.
Por debajo de los puentes, donde termina el carril bici, comenzamos la ruta |
Tras la balsa, dirección a Alfajarín |
El incipiente trigo aporta algo de colorido a Monegros |
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Ermita de Ntrª Señora del Pueyo. Al salir de Villamayor se nos iba acabando la ruta y el sol |
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