El comienzo de la ruta ha sido en el Azud del Ebro. Luego, por el carril bici en dirección a la desembocadura del río Gállego. Continuamos por un andador que discurre paralelo al cauce hasta llegar a una pasarela de madera, por donde cruzamos y llegamos al barrio de Santa Isabel. Por la Avenida de La Industria, nada más pasar la gasolinera cruzamos el puente sobre la autopista. Continuamos dirección al barrio de Montañana y, en la rotonda, primera salida a la derecha. En pocos metros giramos a la izquierda, para tomar el camino de Ronda, luego, el de los Olmos, que nos transitará por innumerables cruces de caminos hasta la localidad de Villamayor. Cruzamos la carretera, tomamos la vereda de Villamayor, ancha pista que en su comienzo pasa por un pinar.
Proseguimos por la pista y cruzamos el Barranco del Salado, comenzamos un suave ascenso y llegamos a la carretera que une Villamayor con Farlete, nos introducimos en el asfalto girando a la derecha, pedaleamos unos metros, y a la izquierda entramos en el camino viejo de Zaragoza a Perdiguera, pista de tierra que nos dejará en el zaragozano y monegrino pueblo de Perdiguera. Salimos la localidad siguiendo las indicaciones hacia la ermita de San José, al terminar la zona de casas y antes de llegar a la ermita giramos a la izquierda para encontrar la pista, que comienza en bajada, y que nos llevará hasta Leciñena.
Entramos por el aparcamiento que hay en las puertas de las piscinas, cruzamos la carretera. A la izquierda ponemos rumbo al Vedado de Peñaflor por el camino de Vallartosa. Esta pista en su parte final transita por el interior algunas zonas arboladas y con espesa vegetación que rompe la monotonía del recorrido y lo hacen más entretenido. Vamos dando cuenta sin más dificultad de las cuestas que se suceden, hasta que aparece otro de los objetivos del itinerario: el Vedado de Peñaflor, atalaya y boscosa zona de recreo de este barrio rural zaragozano. Tras una pequeña parada en la atalaya del pinar iniciamos la vuelta a Zaragoza. Lo hacemos por el camino Carbonera en dirección a la localidad de Villamayor, desde aquí regresaremos a la capital maña por el camino de la venida.
Toda la ruta discurre por pistas y caminos que marchan por montes con desniveles sostenidos. A tener en cuenta que en la entrada y salida del barrio de Santa Isabel hay que cruzar tres rotondas.
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