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Recorrido por los
Montes Blancos de los municipios de Alfajarín, Nuez y Villafranca de
Ebro. Los montes de Alfajarín-Saso de Osera están declarados zona LIC,
lugar de interés comunitario, a partir de criterios de la Directiva Hábitats por poseer especies
animales o vegetales amenazados o representativos de un determinado
ecosistema. El itinerario, salvo en la bajada, que en su parte más alta
tiene algún tramo con piedra, no presenta gran
dificultad. La altitud máxima es
de unos 400 metros y los cerros se extienden sobre territorio
Monegros, con vales de fondo y agrestes barrancos lineales. Ruta de enorme contraste, de la extrema aridez de los Montes Blancos en su parte más alta, pasamos a la fértil vega del río Ebro y a pedalear escoltados por un magnífico bosque de ribera y por la Reserva Natural de los Galachos dela Alfranca de Pastriz, La Cartuja y El Burgo de Ebro.
Iniciamos
la ruta en el margen derecho del azud del Ebro. Comienza el camino de la
Alfranca y marchamos disfrutando del lindante y selvático bosque de
ribera del Soto de
Cantalobos, que va quedando a la izquierda. Proseguimos por esta vía
verde de enorme valor natural y
llegamos a la pasarela del Bicentenario, que se encuentra frente al
barrio de la Cartuja, en el km ocho del recorrido. Cruzamos
el río y ahora la pista marcha junto a la Reserva Natural de los Sotos y
Galachos del Ebro, que comprende los galachos de Pastriz, Alfranca, La
Cartuja y el Burgo. Transitamos admirando el entorno y continuamos en dirección a localidad de Pastriz. Atravesamos esta localidad y por un camino asfaltado, que nace junto a la iglesia, ponemos rumbo a la
localidad de La Puebla. En la Puebla no dirigimos a la parte de arriba del pueblo, giro a la derecha, luego por un camino de tierra llegamos a Alfajarín.
Llegados
a este municipio pasamos por debajo de la autopista y seguimos rectos,
al pie del altozano donde se sitúa la ermita de la Virgen de la Peña
tomamos la pista del barranco de la Virgen. Comenzamos a subir y en unos
tres km giramos a la derecha para entrar en la zona de las Portilladas.
Proseguimos hasta encontrarnos con el Camino de Nuez de Ebro, son unos
diez km de ascensión. Luego toca bajar y volver a subir otra vez. Poco
después de pasar por la paridera de Balsa Nueva accedemos al Camino de
Alfajarín. Luego viene la de Puiverde, estamos en el techo de la ruta.
Descenso por la parte más interesante del recorrido. Llegamos al Camino de Villafranca y a medida que nos internamos comienza a mostrarse
el paraje estepario bien conservado. Aparecen los escarpes de yesos,
del que descienden algunos barrancos a otros mayores. La pista que nos
baja transita paralela y junto al barranco Villafranca. Esta vía de
tierra se encarga de enseñarnos de forma sobresaliente la
abrupta belleza de este árido territorio blanco. Terminado el descenso por esta
arteria del blanco corazón de estos montes llegamos a la carretera N
II. Justo por donde la cruzamos tomamos una calle que bordea Villafranca, este camino cruza la autopista AP-2 por
un túnel bajo ella. Ahora marchamos por una pista de tierra que transita paralela a la autopista ARA- A1. Al llegar al Ebro giramos a la derecha para pasarla por debajo.
Accedemos a un camino escoltado por un tupido bosque de ribera que nos acompaña durante unos km. Proseguimos sorteando las ramas de algunos cañaverales que estrechan el camino y avanzamos dando pedales rodeados por la espesa vegetación ribereña y agradecidos con la sombra que nos regalan las viejas alamedas. Este tramo supone todo un baño de naturaleza verde después de recorrer la extrema aridez de la parte alta de la ruta, donde predominan los ocres de la seca vegetación esteparia y los infinitos horizontes (foto) de blanquecinos cerros y caminos. Tras unos tres kilómetros de pura y arbórea ribera, debido a una valla, no queda otra que retirarse del río. Ahora, alternando caminos entre bien regados campos de cultivo nos plantamos en la Finca de la Alfranca. Desde este espacio natural protegido nos dirigimos a Pastriz. No entramos al pueblo, al llegar a la altura de las piscinas, giro a la izquierda. Ahora, vuelven los sotos, galachos y bosque ribereño que ya no nos dejará hasta llegar a la capital maña. Así, sin dejar la vía Verde de la Alfranca cruzamos el Ebro por la pasarela puente del Bicentenario y arribamos a Zaragoza.
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