Comenzamos la ruta en las inmediaciones del Azud del Ebro. Por el andador que hay paralelo al cauce del río Gállego, ponemos rumbo al barrio de Santa Isabel. En la Avenida de La Industria, nada más pasar la gasolinera, cruzamos el puente sobre la autopista y, en la rotonda, primera salida. Avanzamos unos pocos metros y a la izquierda tomamos el camino de Ronda hasta finalizar. Luego, giramos a la derecha, para entrar en el camino Torre Verla. Estos dos caminos asfaltados por las que transitamos sirven de acceso a un laberinto de torres, casas de campo y viviendas existentes en la zona. Atravesamos las urbanizaciones del Regado y los Guarales y tomamos el camino Alto del Molino. Así, alternando caminos, y con la idea de no perdernos en el enredo de casas y pistas, llegamos a las inmediaciones de Peñaflor.
Accedemos al CR-31, ancha pista de tierra que sube al Vedado de Peñaflor, pinar y zona de recreo de este barrio rural de Zaragoza. En tendido ascenso, sin mayor dificultad, llegamos a la torre de vigilancia de la masa forestal que configura la zona de el Vedado. Tras la parada de rigor, volvemos a la pista, que nos ha subido, para poner rumbo a la localidad de Perdiguera, para ello la tomaremos a la derecha. El trayecto que viene ahora es el más entretenido y serrano del recorrido. Pedaleamos unos kilómetros entre pinos, carrascas y otras especies de monte bajo que hacen divertido y menos monótono el itinerario de la primera parte. Llaneamos unos kilómetros y aparece, tras tomar el camino de Perdiguera a Peñaflor, el típico paisaje monegrino. Sin dejar este camino llegamos a Perdiguera.
Dejamos la monegrina localidad por el Camino Viejo de Zaragoza. Al llegar la carretera de Farlete nos introducimos en ella girando a la derecha. Pedaleamos unos 300 metros y cruzamos a la izquierda. Tomamos tierra de nuevo y, tras pasar una curva y un repecho, iniciamos un descenso hasta enlazar con la pista del Barranco Salado, que nos transitará a Villamayor. Desde aquí, por entre huertas, casas agrícolas y un zigzagueante camino llegamos a la rotonda que conecta Zaragoza con los barrios del Santa Isabel y Montañana. Solo queda retomar la vía paralela al Gállego para alcanzar el punto de partida.
Ruta por el Vedado de Peñaflor, pinar y zona de recreo próxima a este zaragozano barrio rural. Recorrido de algo más de 61 kilómetros sin más dificultad que la de no perderse, sobre todo hasta llegar a Peñaflor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario