La ruta nos lleva por unos de los recorridos habituales la meseta de La Muela, aunque con un desvío muy recomendable: la visita al vértice geodésico Lobaco y sus inmediaciones. Un alto en el camino que bien merece la pena por las vistas privilegiadas que regala. Desde este punto geodésico, las vistas se abren generosas a ambos lados. A un lado, el valle del Ebro se despliega en toda su amplitud; al otro, el valle del río Huerva añade contraste de colores al horizonte. El esfuerzo de la subida encuentra aquí su recompensa, en un paisaje que se disfruta en 360 grados.
El tramo final del ascenso se adentra en una atractiva zona de pinar que rodea el vértice, aportando sombra, frescor y un cambio en el paisaje que invita a detenerse. Naturaleza, altura y perspectiva se conjugan en este enclave que condensa el espíritu de la ruta: esfuerzo, descubrimiento y la recompensa de unas panorámicas inmensas.
Hola.
ResponderEliminarUna zona con buenas pistas para subir, el domingo pasado estuvimos también subiendo a la Muela, pero bajamos por puerto viejo hacia plaza.
Buenas fotografías te han salido, veo que hizo un día fantástico.
Un saludo
Sí, las pistas son buenas. Un día muy bueno.
EliminarSaludos.